Gran parte de mi trabajo se trata de la transformación: de materiales encontrados, de espacios hallados y de las personas que participan en el proceso creativo. En ese sentido siempre me han fascinado las máscaras, ya que son la máxima forma de transformación—de uno mismo. Cuando una persona se pone una máscara, no sólo cambia su apariencia, sino que también transforma sus comportamientos para encarnar la personalidad de la máscara. En el pasado, ceremonias con máscaras acompañaban a las personas en las principales transiciones de vida y muerte en la mayoría de las culturas del mundo. ¿Quiénes seríamos hoy si hubiéramos continuado usando las máscaras para la metamorfosis psicológica?